viernes, 29 de marzo de 2013

UN ENTRENAMIENTO DIFERENTE


Todo el mundo sabe que el running produce endorfinas, conocidas como las moléculas de la felicidad, generando en uno mismo una sensación de bienestar. Esto es uno de los motivos principales por lo que correr se vuelve adictivo.
Realmente es así. Somos “yonkis” del asfalto, de los caminos de arena y precisamos de nuestras dosis de kilómetros. El día que no puedes salir a correr y te quedas sin hacer tu tirada o tu entrenamiento es como si te faltara algo. Pero hay días que sientes que ese entrenamiento, esa tirada se convierte en algo diferente.
De vez en cuando es bueno, si se tiene posibilidad, de correr en plena naturaleza, lejos de los de los coches, de los humos, lejos muy lejos, del mundanal ruido de una gran ciudad.
La Tapia (Casa de Campo Madrid) Foto: @AlbBarrantes





Correr sin saber el camino, descubriéndolo zancada a zancada, respirando libertad, liberando la mente. Hacer kilómetros de pura felicidad. Mente y cuerpo al unísono, unidos al compás de nuestros pies, sintiendo la purificadora lluvia en la cara. Empiezas a sentirte libre.
Correr por el campo y cerrar los ojos. Saber que puedes hacerlo durante un buen trecho sin miedo a nada. Solos el camino y tú. Escuchar de fondo el ruido de la naturaleza, los pájaros y demás animales al compás de tus respiraciones como música de fondo. Ser consciente, que ese momento es tu momento, que nada ni nadie interfiere. La conexión contigo mismo es perfecta. Tu cerebro se vuelve más ágil y comienzas a enfocar tus problemas, dándote cuenta que todo tiene solución.


 
Llegar al final de la tirada y abrir los brazos en cruz de forma triunfal como si hubieras cruzado la meta de cualquier carrera en primera posición mientras el aire y la lluvia golpean tu rostro. Dar gracias por poder haber realizado esa tirada, ese entrenamiento, porque has conseguido sentirte más vivo que nunca. Eres consciente que eres un ganador nato. Estirar, abdominales y a la ducha. Finalmente hemos satisfecho nuestra necesidad de kilómetros con una dosis de running. Una sonrisa se nos dibuja en la cara…

Ese ha sido mi entrenamiento de hoy. Sin duda ha sido especial y diferente. Un entrenamiento que me ha ayudado a recordar porque me gusta correr y ha hecho resurgir el amor y la pasión que siento por este magnífico deporte ¿Y vosotros? ¿Habéis sentido alguna vez un entrenamiento de esta manera?

Un abrazo;

@javier_alamo

 

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